Kuba
¡A quién yo conozqué! 2 Segunda parte Cuando pasé por dentro, mi maleta desapareció en los manos de un hombre quien me dijo solamente: - Muy buenos días. Soy José y le traigo su maleta a la habitación. Le va a esperar allá. Eso es que casi le oyé porque todo el interio brilló y en eso me concentré. Luego, después de un rato, estaba hablando con una recepcionista que me estaba explicando todo. Lo contaba con tal fascinación que no sabía si es una cuenta de magia o solo la instrucción cuando puedo entrar en la piscina. Bien que mal, sabiendo todo sobre el hotel, estaba subiendo a la planta séptima, cuando me estaba esperando la habitación con el número 1189 con la vista a la Sagrada Familia. Entré a mi habitación. Lo que esperaba ver era un lugar muy limpio y fresco cuando lo que sentí en el aire eran los perfumes muy fuertes y un poco del desorden más profundo. Pero la próxima cosa que hice después era mirar con asombro a Dani Martín quien estaba comiendo su cena. - ¿Hooolaaa...? - me saludó con sorpresa y apartó la cubertería. - Eeee... em... perdone, perdone, tenía que equivocar el número de mi habitación... – le miré a el con recelo. No pude decir ni una cosa más. Sonreió. Y después alguien llamó a la puerta abierta. Era José. - Perdona, señor Martín, es una equivocación. María le dio a este chico las malas llaves. – le dijo esto con velocidad de un avestruz, me parecía muy perplejo,¡ pero no tanto como yo! Dani se levantó y cojó a su propio ejemplario de música, de SU música, escribió algo y me dio. Acabé de recoger autógrafo de Daní Martin por culpa (pero más gracias a María). Y así, de un día horrible, se vuelvó a un día que recordé para siempre. Por supuesto, no es la historia real aunque lo desearía. :P
Apr 11, 2014 5:17 PM
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¡A quién yo conozqué! 2

Segunda parte

Cuando pasé por dentro, mi maleta desapareció en las manos de un hombre que me dijo solamente:
- Muy buenos días. Soy José y le traigo su maleta a la habitación. Se la dejo allí.
Luego, después de un rato, estaba hablando con la recepcionista que me estaba explicando todo. Lo contaba con tal fascinación que no sabía si es una cuenta cuentos o solo la instructora de cuando puedo ir a la piscina. Mientras estaba sabiendo todo sobre el hotel, decidi subir a la séptima planta, en donde me estaba esperando la habitación con el número 1189 con unas las vistas hacia la Sagrada Familia.
Entré a mi habitación. Lo que esperaba ver era un lugar muy limpio y fresco, cuando lo que sentí en el aire eran lunos perfumes muy fuertes y un poco de desorden caótico. Pero la siguentecosa que hice  después fue mirar con asombro a Dani Martín, quien estaba comiendo su cena.
- ¿Hooolaaa...? - me saludó con sorpresa y apartó los cubiertos.
- Eeee... em... perdone, perdone, tiene el número de mi habitación... – le miré a el con recelo. No pude decir ni una cosa más. Sonrió. Y después alguien llamó a la puerta abierta. Era José.
- Perdona, señor Martín, es una equivocación. María le dio aeste chico mal las llaves. – le dijo esto con tal rapidez que me quede muy perplejo- ¡Pero no tanto como yo! - Me respondió mi subconciente.
Dani se levantó y cojió  su propio ejemplario de música, de la música que ha escrito, me lo firmo y me dio. Acababa  de recoger autógrafo de Daní Martin por error  de María (pero realmente un error que ha merecido la pena). Y así, de un día horrible, pasó a ser un día que recordare por siempre.

Por supuesto, la historia no es real aunque lo desearía. :P

August 21, 2014
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