En bici por la noche (parte 2)

Siempre cuando tengo clara la mente puedo olvidarme a de mí mismo y hacer algo como un viaje del al tiempo al pasado. Eso es verdad porque ayer cuando monté/iba en bici (yo) canté una canción en mi mente la que tenía en mente  y que la estaba cantando ante dos años antes montando/yendo en/ mi bici por las mismas calles. También muchos recuerdos cruzaron por mi cabeza y me olvidé de que ante dos años antes yo era muy diferente al que soy hoy en día. Entonces tenía diferentes pensamientos, diferente actitud ante muchas cosas y diferentes esperanzas. Pero de todas maneras era una la misma persona de la noche (suena muy misterioso, ¿verdad?), montando en bici y pensando en las cosas que pasaron   pasadas/del pasado.
Cuando el sol se pone, la ciudad se vacía y sale la gente de la noche con sus propias historias propias que me parecen de alguna manera santas sagradas o algo así. Es que la noche cambia todo alrededor. La gente se convierte en la gente misteriosa. La Gente que disfruta de la noche, que le gusta darse un paseo y tomar sentir un poquito de la paz que no existe durante el día. La Gente que piensa que por la noche las palabras son más fuertes/trascendentales que durante el día y que hay es un tiempo adecuado propicio para confesarse o para admitir que están enamorados. La noche lo entiende todo mejor. La noche da una fuerza.
Todo es muy diferente por la noche. La noche me hace pensar y sumergirme en mí mismo. Analizar las cosas sin ser estar aquí en ese momento. Desaparecer en la oscuridad.
Y sí, estoy soy el último romántico. Y quizá voy a morirme de manera extraña.

Fantástico antonautas

En bici por la noche (parte 2)

Siempre que tengo clara la mente puedo olvidarme de mí mismo y hacer algo como un viaje en el  tiempo al pasado. Es verdad porque ayer cuando iba en bici yo canté una canción en mi mente la cual estaba cantando dos años antes por las mismas calles montando en bici. Muchos recuerdos cruzaron por mi cabeza y me olvidé de que dos años antes yo era muy diferente a hoy en día. Entonces tenía diferentes pensamientos (mejor usar ideas), diferente actitud ante muchas cosas y diferentes esperanzas. Pero de todas maneras era la misma persona de la noche (está bien, tambien podrías usar "nocturna") (suena muy misterioso, ¿verdad?), montando en bici y pensando en las cosas que pasaron.
Cuando el sol se pone, la ciudad se vacía y sale la gente de la noche con sus propias historias que me parecen de alguna manera ¿santas? (¿quizás extrañas?, santas no tiene sentido) o algo así. La noche cambia todo alrededor. La gente se convierte en la gente misteriosa. La gente que disfruta de la noche, que le gusta darse un paseo y difrutar tomar un poquito de la paz que no existe (mejor "hay") durante el día. La gente que piensa que por la noche las palabras son más fuertes que durante el día y que es el momento adecuado para confesarse o para admitir que están enamorados. La noche entiende todo mejor. La noche da una fuerza.
Todo es muy diferente por la noche. La noche me hace pensar y sumergirme en mí mismo. Analizar las cosas sin estar aquí en este momento. Desaparecer en la oscuridad.
Y sí, soy el último romántico. Y quizás moriré de forma extraña.