Los huelguistas
El alcalde permitió continuar con la huelga, aunque necesitaba una forgoneta (los trabajadores las tenían todas). No podía otogarles los poderes que le exigían, por eso no se sometió a sus protestas. Para los huelguistas, el silencio del alcalde no era muy alentador. Él no estaba de acuerdo con los huelguistas pero, aún así, alabó su determinación.
Los huelguistas
El alcalde padeció permitió continuar la huelga, aunque necesitaba una furgoneta (los trabajadores tenían todas las furgonetas). No podría podía otogar los poderes que exigían, por eso no se sometió a sus protestas. Para los huelguistas, el silencio del alcalde no era muy alentador. El alcalde no estaba de acuerdo con los huelguistas, pero aún así alabó su determinación.
Los huelguistas
El alcalde padeció continuar la huelga, aunque necesitaba una furgoneta (los trabajadores tenían todas las furgonetas). No podría otorgar los poderes que exigían, por eso no se sometió a sus protestas. Para los huelguistas, el silencio del alcalde no era muy alentador (era desalentador). El alcalde no estaba de acuerdo con los huelguistas, pero aún así alabó su determinación.