Viajes en a México D.F.

En el verano de 2001 visité a mi hija por un mes, la cual estuvo viviendo y trabajando en México. Durante este ese mes hicimos un gran recorrido por la ciudad. Viajábamos por autobús, metro, taxi y por supuesto a pie. Mi hija me ha advertido que los hombres en el metro eran conocidos molestar a las mujeres con toques sexuales. Ellos  se deben deberían sentar en los últimos vagones separados de las mujeres, pero cuando el metro esté está abarrotado, se les embuten y empujan contra las chicas. Cuando abordábamos el tren, en efecto, un tipo agarró del culo de mí hija. Yo estuve espantada y la cara del mi hija se puso roja y los ojos se le mojaron. Súbitamente otro hombre agarró el tipo por los hombros y le gritó algo a él. Mientras estábamos en el tren nuestro salvador se insertó interpuso entre nosotros y el chico, disparando mirados miradas amenazantes desafiándolo a mover un músculo. Nuestro protector nos guardó hasta que llegamos nuestro destino. Podrías ser que el tipo tenga tanto miedo para salir del tren para su parada. Cuando salimos del tren le expresamos nuestro agradecimiento con sonrisas y palabras de alabanza a nuestro héroe.

Lamento mucho que hayas tenido esa mala experiencia en el metro del D.F.  Si gustas podemos ser amigos, así yo podría enseñarte y ayudarte con tu español y tu a mi con el inglés.  Saludos.

Viajes en México D.F.

En el verano del 2001 por un mes visité a mi hija la cual estuvo viviendo y trabajando en México. Durante ese este mes hicimos un gran recorrido por la ciudad. Viajábamos por autobús, metro, taxi y por supuesto a pie. Mi hija me advirtío ha advertido que los hombres en el metro eran conocidos por molestar a las mujeres con toques sexuales. Ellos deberían estar sentar en los últimos vagones separados de las mujeres, pero cuando el metro está abarrotado, se les embuten (acercan) y empujan a contra las chicas.

Cuando abordábamos el tren, en efecto, un tipo agarró del culo (trasero, pompas, nalgas) de mí hija. Yo estuve espantada me espanté, y la cara de l mi hija se puso roja y los ojos se mojaron. Súbitamente otro hombre agarró al tipo por los hombros y le gritó algo a él. Mientras estábamos en el tren nuestro salvador se insertó entre nosotros y el chico, disparando miradas amenazantes y desafiándolo a mover un músculo. Nuestro protector nos guardó hasta que llegamosa a nuestro destino. Podría s ser que el tipo tenía tenga tanto miedo para salir del tren en para su parada. Cuando salimos del tren le expresamos nuestro agradecimiento con sonrisas y palabras de alabanza a nuestro héroe.