Rebecca
Los libros Los libros siempre han sido una parte importantísima de mi vida. De niña mis padres me leían cuentos y historias emocionantes cada noche antes de que me durmiera, y nada me frustraba más que el no poder entender estas señales negras en la página por mí misma. Desde aquel primer momento en que las letras dejaron de ser garabatos misteriosos e empezaron a adquirir más y más sentido, raras veces se me ha visto sin libro. Libros de fantasía, libros clásicos, libros históricos – los leo todos. Ya no puedo pensar en un mundo sin lectura ni puedo imaginar mi vida sin la diversión y felicidad que los libros le aportan. Por muchos años seguía decidida a leer sólo libros físicos, o sea libros de papel y tinta. No quería tener nada que ver con los libros electrónicos. En mi opinión, eran una prueba más del dominio de todo lo electrónico y de la poca atención que recibían pasatiempos tradicionales. “A la gente que lea los libros electrónicos,” pensaba, “no le interesa de verdad lo bello de los libros; sólo quieren la gratificación instantánea.” La falta de fondos y las dificultades de transporte internacional me hicieron cambiar de idea hace unos años. Simplemente cuesta demasiado comprar libros físicos del extranjero y pagar el reparto internacional, y aún cuando se trata de comprar libros dentro de los EE. UU. muchas veces los libros físicos son más caros que los electrónicos. Entonces ¿qué otra opción que aceptar lo electrónico le queda a una estudiante de la universidad de pocos medios? Sin embargo, aunque he empezado a comprar libros electrónicos, todavía prefiero los libros físicos y los compro cuando sea posible. Cuando hago clic en la primera página de un libro electrónico, no encuentro nada de la magia que viene con experimentar la firmeza de la cubierta de un libro en la mano y con sentir el olor a misterioso y exótico que se desprende al abrirse las primeras páginas. Los libros electrónicos traen muchos beneficios y han atraído a muchos aficionados, pero para mí, no pueden rivalizar con los físicos. ¡Vivan los libros tradicionales!
Jul 5, 2015 10:02 PM
Corrections · 10
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Tu nivel es impresionante. Haría algunas acotaciones, muchas de ellas discutibles:

 

Los libros

Los libros siempre han sido una parte importantísima de mi vida. De niña mis padres me leían cuentos y e historias emocionantes cada noche antes de que me durmiera, y nada me frustraba más que el no poder entender estas señales negras esos signos negros en la página por mí misma. Desde aquel primer momento en que las letras dejaron de ser garabatos misteriosos e y empezaron a adquirir más y más sentido, raras veces se me ha visto sin un libro. Libros de fantasía, libros clásicos, libros históricos – los leo todos. Ya no puedo pensar en un mundo sin lectura ni puedo imaginar mi vida sin la diversión y felicidad que los libros le aportan.

Por muchos años seguía decidida a leer sólo libros físicos, o sea libros de papel y tinta. No quería tener nada que ver con los libros electrónicos. En mi opinión, eran una prueba más del dominio de todo lo electrónico y de la poca atención que recibían los pasatiempos tradicionales. “A la gente que lea los libros electrónicos,” pensaba, “no le interesa de verdad lo bello de los libros; sólo quieren la gratificación instantánea.” La falta de fondos y las dificultades de transporte internacional me hicieron cambiar de idea hace unos años. Simplemente cuesta demasiado comprar libros físicos del en el extranjero y pagar el reparto envío internacional, y aún cuando se trata de comprar libros dentro de los EE. UU. muchas veces los libros físicos son más caros que los electrónicos. Entonces ¿qué otra opción que aceptar lo electrónico le queda a una estudiante de la universidad universitaria de pocos medios?

Sin embargo, aunque he empezado a comprar libros electrónicos, todavía prefiero los libros físicos y los compro cuando sea es posible. Cuando hago clic en la primera página de un libro electrónico, no encuentro nada de la magia que viene con de experimentar la firmeza de la cubierta de un libro en la mano y con sentir el olor a misterioso y exótico que se desprende al abrirse las primeras páginas. Los libros electrónicos traen muchos beneficios y han atraído a muchos aficionados, pero para mí, no pueden rivalizar con los físicos. ¡Vivan los libros tradicionales!

July 5, 2015
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Hola Rebecca. Primero de todo, te quiero dar la enhorabuena por el dominio que tienes del Español. Me encanta que la gente sea tan perfeccionista como tu en aprender un idioma extranjero. Como tu nivel es bastante alto, he sido muy estricto corrigiendo para intentar acercar el texto a una escritura cercana a la perfección.

 

Los libros

Los libros siempre han sido una parte importantísima de mi vida. De niña mis padres me leían cuentos y e historias emocionantes cada noche antes de que me durmiera, y nada me frustraba más que el no poder entender estas señales negras símbolos negros en la página por mí misma. Desde aquel primer el momento en que las letras dejaron de ser garabatos misteriosos e y empezaron a adquirir más y más sentido, raras veces se me ha visto sin libro. Libros de fantasía, libros clásicos, libros históricos – los leo todos leo de todo. Ya no puedo pensar en un mundo sin lectura, ni puedo imaginar mi vida sin la diversión y felicidad que los libros le aportan.

Por Durante muchos años seguía decidida a leer sólo libros físicos tradicionales/impresos, o sea libros de papel y tinta. No quería tener nada que ver con los libros electrónicos. En mi opinión, eran una prueba más del dominio de todo lo electrónico y de la poca atención que recibían los pasatiempos tradicionales. “A la gente que lea los libros electrónicos,” pensaba, “no le interesa de verdad lo bello de los libros; sólo quieren la gratificación instantánea.” La falta de fondos y las dificultades de transporte internacional me hicieron cambiar de idea hace unos años. Simplemente cuesta demasiado comprar libros físicos tradicionales del en el extranjero y pagar el reparto envío internacional, y aún cuando se trata de comprar libros dentro de los EE. UU. muchas veces los libros físicos impresos son más caros que los electrónicos. Entonces ¿qué otra opción que aceptar lo electrónico le queda a una estudiante de la universidad Universidad de pocos medios recursos?

Sin embargo, aunque he empezado a comprar libros electrónicos, todavía prefiero los libros físicos tradicionales y los compro cuando sea posible en la medida de lo posible. Cuando hago clic en la primera página de un libro electrónico, no encuentro nada de la magia que viene con experimentar la firmeza de la cubierta de un libro en la mano y con sentir el olor a misterioso y exótico que se desprende al abrirse las primeras páginas. Los libros electrónicos traen muchos beneficios y han atraído a muchos aficionados, pero para mí, no pueden rivalizar con los físicos impresos. ¡Vivan los libros tradicionales!

 

Una vez más te doy la enhorabuena. Este texto es difícil de escribir y lo has hecho muy bien.

 

¡Sigue así!

July 5, 2015
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Los libros

Los libros siempre han sido una parte importantísima de mi vida. De niña mis padres me leían cuentos e historias emocionantes cada noche antes de que me durmiera, y nada me frustraba más que el no poder entender estas señales negras en la página por mí misma. Desde aquel primer momento en que las letras dejaron de ser garabatos misteriosos y empezaron a adquirir más y más sentido, raras veces se me ha visto sin un libro. Libros de fantasía, libros clásicos, libros históricos – los leo todos. Ya no puedo pensar en un mundo sin lectura ni puedo imaginar mi vida sin la diversión y felicidad que los libros le aportan.

Por Durante muchos años seguía decidida a leer sólo libros físicos, o sea libros de papel y tinta. No quería tener nada que ver con los libros electrónicos. En mi opinión, eran una prueba más del dominio de todo lo electrónico y de la poca atención que recibían pasatiempos tradicionales. “A la gente que lea los libros electrónicos,” pensaba, “no le interesa de verdad lo bello de los libros; sólo quieren la gratificación instantánea.” La falta de fondos y las dificultades de transporte internacional me hicieron cambiar de idea hace unos años. Simplemente cuesta demasiado comprar libros físicos del extranjero y pagar el reparto internacional, y aún cuando se trata de comprar libros dentro de los EE. UU. muchas veces los libros físicos son más caros que los electrónicos. Entonces ¿qué otra opción que aceptar lo electrónico le queda a una estudiante de la universidad de pocos medios?

Sin embargo, aunque he empezado a comprar libros electrónicos, todavía prefiero los libros físicos y los compro cuando sea posible. Cuando hago clic en la primera página de un libro electrónico, no encuentro nada de la magia que viene con experimentar la firmeza de la cubierta de un libro en la mano y con sentir el olor a misterioso y exótico que se desprende al abrirse las primeras páginas. Los libros electrónicos traen muchos beneficios y han atraído a muchos aficionados, pero para mí, no pueden rivalizar con los físicos. ¡Vivan los libros tradicionales!

July 5, 2015
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Los libros

Los libros siempre han sido una parte importantísima de mi vida. De niña mis padres me leían cuentos y historias emocionantes cada noche antes de que me durmiera, y nada me frustraba más que el no poder entender esas señales negras en la página por mí misma. Desde aquel primer momento en que las letras dejaron de ser garabatos misteriosos y empezaron a adquirir más y más sentido, raras veces se me ha visto sin libros. Libros de fantasía, libros clásicos, libros históricos – los leo todos. Ya no puedo pensar en un mundo sin lectura ni puedo imaginar mi vida sin la diversión y felicidad que los libros le aportan.

Por muchos años seguía decidida a leer sólo libros físticos, o sea libros de papel y tinta. No quería tener nada que ver con los libros electrónicos. En mi opinión, eran una prueba más del dominio de todo lo electrónico y de la poca atención que recibían pasatiempos tradicionales. “A la gente que lea los libros electrónicos,” pensaba, “no le interesa de verdad lo bello de los libros; sólo quieren la gratificación instantánea.” La falta de fondos y las dificultades de transporte internacional me hicieron cambiar de idea hace unos años. Simplemente cuesta demasiado comprar libros físicos del extranjero y pagar el reparto internacional, y aún cuando se trata de comprar libros dentro de los EE. UU. muchas veces los libros físicos son más caros que los electrónicos. Entonces ¿qué otra opción que aceptar lo electrónico le queda a una estudiante de la universidad de pocos medios?

Sin embargo, aunque he empezado a comprar libros electrónicos, todavía prefiero los libros físicos y los compro siempre que me sea posible. Cuando hago clic en la primera página de un libro electrónico, no encuentro nada de la magia que viene con experimentar la firmeza de la cubierta de un libro en la mano y con sentir el olor a misterioso y exótico que se desprende al abrirse las primeras páginas. Los libros electrónicos traen muchos beneficios y han atraído a muchos aficionados, pero para mí, no pueden rivalizar con los físicos. ¡Vivan los libros tradicionales!

July 5, 2015
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