No cierres la puerta

¡No cierres la puerta! No te dejo ir, te detengo, no suelto tu mano.
¡No cierres la puerta! Te pido de rodillas, suplico, lloro, rogándote quedarte. que te quedes. 
¡No cierres la puerta! Te pido perdón, te explico, trato de razonar, con calma y paciencia.
¡No cierres la puerta! Te motivo a que esperes un rato y lo pienses bien.
¡No cierres la puerta! Solo digo que será mejor que se quede abierta, aunque es tu derecho cerrarla.
¡No cierres la puerta! No me importa tanto, pero creo eres tú quien necesita que todavía esté abierta.
¡No cierres la puerta! Pero, ¿por qué no? Igual puedes cerrarla.
¿La puerta está abierta? Qué raro, no me he fijado en esto. eso. (O también puede ser "no me había fijado en eso")
¿Cómo que nadie ha cerrado la puerta todavía? ¿Y tú no vas a cerrarla? Todas las puertas las tienes que cerrar. Así es la vida. (Se escucha mejor si dices "Tienes que cerrar todas las puertas")
Cierra la puerta. Me siento incomoda al verte. Tienes que entender que nuestras vidas se han desviado ya.
¡Que cierres la puerta! Te pido de rodillas, suplico y lloro rogándote que te vayas y pongas el punto decisivo en esta historia. (También puedes decir: "...y pongas el punto final a esta historia")
Vete. Y cierra la puerta a cal y canto.