Un texto sin falta?
Hola compañeros y compañeras.
Hace ya cuatro años fui de Erasmus a España, mejor dicho a Sevilla. Fue para mi el cambio más importante de mi vida. Antes de irme aún no había vivido en otro país. Había viajado, a Asia o Europa, pero una inmersión es mucho más fuerte, a nivel social y humano digo.
Sevilla es una ciudad encantadora. Es a la vez muy grande y muy chica, como un pueblo andalúz. Las relaciones humanas son la clave : puede ir uno en el tranvía y hablar con los demás como si fueran amigos de toda la vida. Nunca me he sentido más a gusto y seguro. Viví en esta ciudad durante nueve meses y conocí amigos con los que sigo teniendo una relación preciosa. Siempre digo que mi Erasmus sigue vivo. He vuelto a ir miles de veces a España, tanto a Andalucía como al norte. Visité como nueve comunidades autonomas, fui a carnavales, ferias, playas, comí las doce uvas y los chuletones de Málaga. Mi Erasmus vivirá hasta que deje de hablar español. Y esto no va a pasar.
Este viaje fue una transición entre mi rutina, mi vida casera y francesa, y lo que soy ahora, es decir un voluntario intentando viajar por el mundo. Erasmus no es solo un intercambio de estudiantes entre universidades, es también una manera de hacernos descubrir otras culturas, otros idiomas, y para ser corto, descubrir la vida. Los que tienen mi edad y yo somos de la generación Y, como la suelen llamar. Aunque a mi me parezca una generación demasiado amplia como para tener sentido (incluyen los que nacieron entre los años ochenta y dos mil), me identifico y formo parte de una era mundializada. La apertura de las fronteras, a nivel europeo sobretodo con el tratado de Maastricht, y la creación del programa Erasmus, permitió a miles de estudiantes y trabajadores cruzar fronteras y descubrir Europa. Esta era, o esta generación Y, esta caracterizada también por las tecnologías de la comunicación. Hago hincapié en el internet y los móviles, que definen lo que los jovenes de hoy en día son.
En conclusión, escribí este parrafito para darle las gracias al destino, por darme la oportunidad de aprovechar este desarrollo geográfico y multicultural. Ay, i cuánto me gusta la interculturalidad !
Un texto sin falta?
Hola compañeros y compañeras.
Hace ya cuatro años fui de Erasmus a España, mejor dicho a Sevilla. Fue para mi el cambio más importante de mi vida. Antes de irme aún no había vivido en otro país. Había viajado a Asia y Europa, pero una convivencia es mucho más fuerte, a nivel social y humano digo.
Sevilla es una ciudad encantadora. Es a la vez muy grande y muy chica, como un pueblo andalúz. Las relaciones humanas son la clave : puede ir uno en el tranvía y hablar con los demás como si fueran amigos de toda la vida. Nunca me he sentido más a gusto y seguro. Viví en esta ciudad durante nueve meses y conocí amigos con los que sigo teniendo una relación preciosa. Siempre digo que mi Erasmus sigue vivo. He vuelto a ir miles de veces a España, sea en Andalucía o en el norte. Visité como nueve comunidades autonomas, fui a carnavales, ferias, playas, comí las doce uvas y los chuletones de Málaga. Mi Erasmus vivirá hasta que deje de hablar español. Y esto no va a pasar.
Este viaje fue una transición entre mi rutina, mi vida casera y francesa, y lo que soy ahora, es decir un voluntario intentando viajar por el mundo. Erasmus no es solo un intercambio de estudiantes entre universidades, es también una manera de hacernos descubrir otras culturas, otros idiomas, y para ser corto, descubrir la vida. Los que tienen mi edad y yo somos de la generación Y, como la suelen llamar. Aunque a mi me parezca una generación demasiado amplia como para tener sentido (incluyen los que nacieron entre los años ochenta y dos mil), me identifico y formo parte de una era mundializada. La apertura de las fronteras, a nivel europeo sobretodo con el tratado de Maastricht, y la creación del programa Erasmus, permitió a miles de estudiantes y trabajadores cruzar fronteras y descubrir Europa. Esta era, o esta generación Y, esta caracterizada también por las tecnologías de la comunicación. Hago hincapié en el internet y los móviles, que definen lo que los jovenes de hoy en día son.
En conclusión, escribí este parrafito para darle las gracias al destino, por darme la oportunidad de aprovechar este desarrollo geográfico y multicultural. Ay, i cuánto me gusta la interculturalidad !
