Mi flor matamoscas
Tuve una flor matamoscas, era tan diferente de las que conocía y había cuidado cuidadosamente desde el primer día cuando la encontré en el bosque. La regaba todos los días, de día y de noche, observando su crecimiento con mucha ilusión y esperanza. Un día se acercó un chico a mi balcón cuando la estaba regando, me miró detenidamente y me dijo: "señorita, ¿por qué la riegas si sus raíces están en la maceta de tu vecina?" Me desconcerté, me sonrojé, suspiré y casi lloré, pero al final me calmé. Le respondí aplomadamente ''sólo es porque la quiero" Desde entonces ya no he vuelto a aparecerme en mi balcón de día...
Ziyu