Fue un trabajo muy divertido colaborar con los docentes de japonés en Argentina, por dos años. Visitando los institutos donde trabajaban ellos, conocí a un montón de los aficionados, no solo del idioma, también a la cultura japonesa. Sobre todo, me impresionó mucho que existían muchos chicos que aprendían sobre el origen de Japón mientras vivían tan lejos.
Para seguir comunicándome con ellos, empecé la clase mensual y gratuita en Zoom.
Ya han pasado casi 3 años y sigo en el camino de los alumnos hispanoamericanos para siempre.