Algunas mariposas tienen unas marcas especiales en sus alas para asustar a sus enemigos. Un tipo de mariposa pavón, mientras descansa, está camuflada por el disimulado color de la parte inferior de sus alas, que abre a la primera señal de peligro. Los pájaros que tratan de atrapar a la mariposa contemplan de pronto lo que parece ser la cara de una lechuza.
Otra clase de mariposa, mientras descansa, se parece a la cara de un gato dormido. Cuando se asusta, se sacude bruscamente hacia adelante, de forma que parece que el gato ha abierto de pronto un par de ojos amenazadores.