Julio Cesar
Cambio climático en el mundo

Es claro que no estamos actuando con la rapidez y decisión que un problema como el cambio climático requiere. En el artículo se repasan algunas de las circunstancias que, en el ámbito de la percepción social y de los comportamientos individuales, están dificultando los cambios necesarios.
El cambio climático es ya considerado por numerosas organizaciones científicas y sociales como el mayor reto ambiental que tendrá que abordar la Humanidad en el siglo XXI. Parece claro que cualquier respuesta racional al fenómeno pasa por reducir de forma sustancial nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, causa última del problema.
Para lograr los anhelados recortes de emisiones contamos, desde hace años, con un amplio conjunto de propuestas en el campo del ahorro energético, las energías renovables o los estilos de vida y consumo. Muchas de estas ideas ya han sido probadas y han demostrado su viabilidad y eficacia, pero no se aplican de forma generalizada.
Resulta evidente que la respuesta de las sociedades humanas ante el reto del cambio climático no se corresponde con la gravedad del problema. El tránsito hacia una sociedad libre de combustibles fósiles afecta a intereses corporativos muy importantes y las reacciones contrarias al cambio son intensas en ese sector. Pero ¿cómo interpretar las amplias dudas suscitadas en la opinión pública y la tímida respuesta ciudadana? En este artículo queremos poner de manifiesto cómo, aparte de los retos de carácter económico y tecnológico, ante el cambio climático se plantean otras barreras que dificultan la evolución de las percepciones sociales sobre el problema y la correspondiente acción responsable.
Un fenómeno que choca con nuestras percepciones personales
Existen evidencias de un escaso conocimiento e ideas erróneas en torno al cambio climático, incluso en países en los que se ha realizado un apreciable esfuerzo divulgador [ 1 ] . Sin embargo, el desconocimiento y las ideas erróneas no deben atribuirse únicamente a la complejidad propia del fenómeno. Es preciso reconocer que el cambio climático, tal y como es descrito por la ciencia, choca abiertamente con algunas ideas basadas en las percepciones personales de la gente. G. Marshal [ 2 ] cita algunas de ellas:
La inmensidad de la atmósfera: la atmósfera, tal y como la percibimos, parece inmensa si la comparamos con la escala humana. La gente puede entender que el aire esté contaminado en un área industrial o en una gran ciudad, pero no parece concebir con facilidad que el conjunto de las emisiones de origen humano esté cambiando la atmósfera globalmente.
Unas “pequeñas” variaciones de temperatura que no se ven peligrosas: entre un mediodía caluroso y una noche fría, los españoles podemos experimentar fácilmente variaciones de temperaturas de 20º C o incluso más. Frente a estas oscilaciones, la idea de que la temperatura media de la tierra se vaya a incrementar entre 1,4 y 5,8ºC no parece muy alarmante.
Cambios que se conciben como graduales: Si los cambios del clima se miden con la escala de la percepción humana, se tiene la sensación de que los cambios serán muy graduales, lo que facilitará la adaptación al clima tanto de los humanos como de la naturaleza.

Jul 28, 2014 8:37 PM