Para ser sincera, el COVID-19 no ha afectado mi vida mucho. Soy una persona bastante reservada y introvertida. Antes del COVID siempre estaba en mi casa leyendo los libros y viendo el Netflix. Tal vez fui al gimnasio y a mi clases de danza. En la primera ronda de quarantena todos sitios públicos se cerraron para un par de meses. No pudo ir a mis clases y tenía que entrenar en mi casa.
Vivo en Madrid, entonces todos los gimnasios ya están abiertos y mi rutina no es muy diferente de que era antes de coronavirus. El único que me extrañó mucho es la oportunidad de viajar.