El mejor "alimento" para el cerebro es leer libros. Leer libros nos ayuda a concentrarnos durante mucho tiempo y a hacer conexiones que no podríamos realizar antes. Leer libros nos da esperanzas de otras posibilidades y vidas. Aprendemos a ser más empáticos y entendemos como todos nosotros sufrimos a nuestro modo. Un cerebro sin libros es como un cuerpo sin alma.