Dime, discute.
Aumentativos son palabras que indican condición o característica mayor o más elevada, que pueden derivarse de un sustantivo o de un adjetivo.
Diminutivos son palabras que indican condición o característica menor o más pequeña, que pueden derivarse de un sustantivo o de un adjetivo.
Los aumentativos y diminutivos tienen, por lo común, el mismo género del sustantivo de donde nacen.
Por ejemplo: angelote, hombrón, perrazo, que son masculinos porque lo son ángel, hombre, perro, de los cuales se derivan.
Poemita, poetilla son también masculinos porque lo son sus primitivos poema y poeta.
Pero a veces de primitivos femeninos se forman aumentativos masculinos; como de aldaba, ALDABÓN; de cuchara, CUCHARÓN; de memoria, MEMORIÓN.
Las terminaciones aumentativas más frecuentes son azo, aza; on, ona; ote, ota; ísimo, ísima; ucho, acho, rron, icón, etón (añadidas a un adjetivo o a un sustantivo).
Ejemplos:
gigantazo, señorón, grandota, dulcísima, ricucho, vivaracho, nubarrón, bobarrón, bobalicón, mocetón.
Las terminaciones diminutivas más frecuentes son ejo, eja; ete, eta; ico, ica, illo, illa; ito, ita; uelo, uela (añadidas a un adjetivo o a un sustantivo).
Ejemplos:
florecita, dolorcito, piedrecilla, jardincito.
Superlativos
También existe la forma superlativa, que aumenta el significado en grado máximo.
Las formas regulares de superlativos se forman añadiendo el sufijo -ísimo a un adjetivo (grande —> grandísimo).