Todas las noches, mi padre me leía una historia sobre una rana. Una rana fue al banco a solicitar dinero para comprarse un helado, cuando la rana le pidió el dinero al empleado, este dijo: no puedo darle dinero a una rana, igualmente, el empleado pregunto a su jefe... y su jefe dijo: si, quiero salir y no tengo tiempo para una rana. Ese día la rana estaba feliz, gracias a jefe y el no lo supo. A veces, pequeños detalles puede significar el mundo para otros.