La última vez que lloré fue cuando miraba el noticiero acá en Brasil relatando los terribles acontecimientos con nuestros vecinos y hermanos colombianos. Creo que siempre debemos luchar por nuestro país, exigiéndoles a los políticos respeto, justicia, honestidad y paz. No podemos más aceptar represión, corrupción, violencia y falta de oportunidades en América Latina. Le pido a Dios que pueda proteger a la gente que está saliendo en defensa de una vida mejor para todos.