Una vez viví en una casa donde había un perro. Yo intenté ducharlo. No sé porque la señora nunca pudo duchar al perro. En la primera planta vivía una señora muy amable y su perro siempre jugaba en el jardín que rodeaba nuestro piso. Cada día cuando yo iba a la Universidad, nos encontrábamos delante de la puerta del patio. El perro corría hacia mi rapidísimo, saltaba y abrazaba mis piernas muy fuerte con todo cariño. Era tan amable, yo no podía rechazarlo. Pero su pelo estaba tan sucio como un mopa que había limpiado el suelo. Me parece que el nunca se duchaba. Quise preguntarle a la señora, porque no se ducha su perro? Un día yo intenté bañar a su perro. Al lado del jardín en el patio había un grifo. Pero que sorpresa! No había agua. No podía coger el perro hasta la tercera planta en donde yo vivía. Quizás hasta hoy no se duchó. Qué horrible.

Una vez vivía en un casa donde había un perro. Yo intenté bañarlo. No sé por qué la señora nunca duchaba al perro. En la primera planta vivía una señora muy amable y su perro siempre jugaba en el jardín que rodeado el piso de nosotros. Cada día cuando yo iba a la Universidad, nos encentrábamos delante de la puerta del patio. El perro corriendo hacia mí rapidísimo, saltaba y abrazaba mis piernas muy fuerte con todo el cariño. Era tan amable, yo no pude rechazarlo. Pero su pelo era tan sucio como un mopa que había limpiado el suelo. Me parece que el nunca se duchaba. Quise preguntarle a la señora, que por qué no duchaba a su perro. Un día yo intenté bañar al perro, al lado del jardín en el patio había un grifo. ¡Pero, qué sorpresa! No había agua. No podía coger al perro hasta la tercera planta que yo vivía. Quizás hasta hoy no se ha duchado. Qué horrible.

Una vez vivía en un casa donde había un perro. Yo intenté ducharlo. No sé por qué la señora nunca le daba una ducha al perro . En la primera planta vivía una señora muy amable y su perro siempre jugaba en el jardín que rodeaba nuestro piso. Cada día cuando yo iba a la Universidad, nos lo encentrábamos delante la puerta del patio. El perro corrió hacia mi muy rápido ,saltó y abrazó mis piernas muy fuerte con todo el cariño. Era tan amable, yo no pude rechazarlo. Pero su pelo era tan sucio como un mopa que había limpiado el suelo. Me parece que el nunca se duchaba. Quise preguntarle a la señora, ¿por qué no ducha a su perro? Un día yo intenté lavar a su perro. Al lado del jardín en el patio había un grifo. Pero ¡qué sorpresa! No había agua. No podía coger y llevar al perro hasta la tercera planta en donde yo vivía. Quizás hasta hoy no se duchó. Qué horrible.

Una vez vivía en un casa donde había un perro. Yo intenté ducharse lo. No se porque la señora nunca dar el perro duchar. El primero planta vivía una señora muy amable y su perro siempre jugaba en el jardín que rodeado de nosotros piso. Cada día cuando yo iba a la Universidad, nos encuentrabamos dalante la puerta del patio. El perro coriendo a mi rapidísimo,saltó y abrazó mis piernas muy fuerte con todo coriño. Era tan amable, yo no puede rechazó. Pero su pelo era tan sucio como un mopa que había limpiado el suelo. Me parece que el nunca se ducharse. Quiso preguntar la señora, porque no ducharse su perro? Un día yo intenté que yo lavo su perro. Al lado del jardín en el patio hacía un grifo. Pero que sorpresa! No hacía agua. No podía cojer el perro hasta el tercero planta que yo vivía. quizás hasta hoy no se duchó. Qué horrible.

Una vez vivía en un casa donde había un perro. Yo intentaba ducharle. No se por qué la señora nunca le daba una ducha al perro. En la primera planta vivía una señora muy amable y su perro siempre jugaba en el jardín que rodeaba nuestro piso. Cada día cuando yo iba a la Universidad, nos lo encontrábamos delante de la puerta del patio. El perro corría a mi rapidísimo, saltaba y abrazaba mis piernas muy fuerte con todo su cariño. Era tan amable, yo no podía rechazarlo. Pero su pelo era tan sucio como un mopa que había limpiado el suelo. Me parece que el nunca se duchaba. Quise preguntar a la señora, porque no duchaba a su perro. Un día yo intenté lavar a su perro. Al lado del jardín en el patio había un grifo. Pero que sorpresa! No había agua. No podía coger y llevar al perro hasta la tercera planta en la que yo vivía. quizás hasta hoy no se ha duchado. Qué horrible.