Soy de la segunda ciudad más grande de Francia, Marsella. Nací en esta
ciudad conocida por su playas, sol, comida y fútbol. Cuando era adolescente,
después de la escuela íbamos a la playa con mis amigos y jugábamos hasta la
noche. Crecí con un tipo de comida muy mediterránea. En mi casa cocinamos mucho
con aceite y pescado. El estilo de vida en Marsella es muy diferente del de
Paris, donde hay muchísima gente en las calles que corren hacia sus trabajos. En el
sur, la gente es feliz, acogedora y entiende la importancia de pasar tiempo en
familia, disfrutando. He viajado por todo el mundo y hace años que no estoy
viviendo en Francia pero hecho de menos a mi ciudad y trato de volver cuando
puedo.