Cuando era pequeña, me gustaba mucho montar en bici con mis amigos y ir a la playa con mi familia. Mi juventud era un momento muy dulce en mi vida. No tenía que hacer nada excepto de jugar con otros niños o con mis primos. No tenía mucho estrés con el trabajo ni con otras cosas. Podía hacer lo que quería y tenía todo tiempo en el mundo.
haha ~al leer todos comentarios, me siento muy relajada por lo que compartimos.
pues hablar a mi ninez , era una pasada ^^. Ya que
yo era una nina de pieza y nunca sabia cansar, por lo tanto , para mi madre cada dia era una sopresa consecutiva .Era Un dia que mi abuela trajo una botella de aceite de sesamo parar condimentar un poqito ,por una parte, tras experncia sabia que tenia buen olor ,asi que lo busque y me duche en total con mi hermano .
En cuanto, mi madre nos encontro ,estabamos totalmente empapadas reiendo con una sonrisa perdonable.
¡Viva Nintendo 64!
Tengo muchos recuerdos de mi niñez. Entre ellos cuando jugábamos futbol en la calle o en un pasaje ya que no habían canchas, a veces ibamos a jugar a la cancha que había en una comisaría de policía (vivía al frente de ellos) y nos dejaban jugar allí. Otra que hacía con mis amigos era subir a los árboles para comer sus frutos. Cuando me cambié de casa, allí con mis nuevos amigos tocábamos los timbres de las casas y arrancábamos, jejejejeje. Con ellos hicimos una casa en un árbol de una plaza, tenía piso y barandas con una escalera en el tronco del árbol. Por último, jugábamos super nintendo con mi amigos en mi casa o en otro que tenía, también jugábamos nintendo 64 en esos años, jejejeje.
Recuerdo que se me ocurrio hacer una casa en el árbol y con algunos niños fuimos a buscar madera para construirla.
Caminamos toda la tarde, atravezamos unas viñas y otras plantaciones, después estabamos llorando porque claramente estabamos perdidos, aún que yo lloraba mas porque había perdido mis zapatos en un riachuelo que pasaba y pensaba que mi mamá me iba a pegar.
Hasta el día de hoy no se como os adultos nos encontraron.
Sí tengo un montón de memorias. Cuando me estaba creciendo durante los veranos los otros niños y mis hermanos y yo ibámos jugar juntos en los campos atrás de nuestras casas. Amontonábamos el heno y entonces subíamos los árboles para dar volteretas hacia el heno. El agricultor nos odiaba y nos persiguió unas pocas veces. Los campos ya no existen, ahora hay una urbanización. La generación de hoy no sabe lo que está desprovisto.