El coronavirus me ha enseñado que nunca debo posponer nada hasta luego o será demasiado tarde. Por ejemplo, durante de mis años universitarios siempre tenía la oportunidad de estudiar al extranjero. Sin embargo, quería hacerlo lo más cerca posible de mi año final. Pues esto es mi semestre final y se me canceló por la pandemia el semestre de verano que tenía lugar en Granada, España que sirvía como mi experiencia al extranjero. Por eso yo había aprendido apreciar lo mínimo y lo básico qué hay en el mundo, ya sea caminar al aire libre o hacer algo que disfruté a menudo antes de la pandemia y la cuarentena pequeña que tuvimos.