Beth
Resumen del capítulo 12, Arráncame la vida El capítulo doce abre con una imagen de Catalina, la narradora, andando por su casa inquieta, deseando que no estuviera sola. Ya viven Andrés y ella en otra casa que Andrés no es gobernador de Puebla sino asistente a su amigo, Rodolfo Campos, presidente de México. Como se acaba de morir el padre de Catalina, está traumatizada. Necesita que alguien le acompañe todo el tiempo debido a su ansiedad. Se pone a querer que Andrés llegue a tiempo para la cena todos los días y le riñe cuando llega tarde. Sin embargo, Andrés no le hace mucho caso. No comprende el cambio repentino en su comportamiento, hasta lo lleva como un ataque le dirigido. Le dice, "Te voy a abandonar de veras. Creo que voy a quedar de fijo donde me atiendan mejor y sobre todo me reciban con gusto" (144). Luego le propone que ella vaya a servir una asociación ("La Unión Nacional de Padres de Familia") con su campaña contra el comunismo (entre otras). No le interesa ni un poco a Catalina la idea pero va sin embargo. Andrés cree que se va a resolver el problema si está más ocupada. Catalina acude a la reunión del grupo. Le caen terribles todas las personas allí. Cuando conoce a ellas, están haciendo unas cestas de golosinas (en silencio) para los presos políticos de la carcel Lecumberri. (Por cierto, Lecumberri también tiene un papel muy importante en el libro La noche de Tlatelolco por la novelista mexicana Elena Poniatowska). Es una asociación católico aconsejada por un cura que se califica casi de gurú. Una mujer le cuenta que el cura quiere rifar unos cuantos escapularios sagrados a los presos, por lo cual se espera mucho agradecimiento. Sobre todo, parece que a Catalina no soporta la sensación de irrealidad dentro del grupo y su proyecto (le expectativa, por ejemplo, que los presos van a agradecer los escapularios que se les regalan). Le extraña a Catalina que Andrés le pida disculpa cuando ella le informa de la reunión le ha dado un disgusto y que no puede imaginarse que las sirva para nada en esa capacidad. Andrés le dice, "Mereces un desagravio. Desde hoy vas conmigo a todas partes. Se acabó el cierro." Ella no lo cuestiona aunque no entiende como ha llegado a arrepentir su encierro. Luego van en coche al Palacio Nacional para que Andrés quede con Rodolfo. Dejan a Catalina en DF para pasar la tarde haciendo las compras. Otra vez se nota el desprecio de Andrés hacia Rodolfo cuando tienen que parar para una examinación de seguridad.
١٦ يوليو ٢٠١٤ ١٩:١٨
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Resumen del capítulo 12, Arráncame la vida

El capítulo doce abre con una imagen de Catalina, la narradora, andando por su casa inquieta, deseando que no estuviera sola. Ya viven Andrés y ella en otra casa que Andrés no es gobernador de Puebla sino asistente a de su amigo, Rodolfo Campos, presidente de México. Como se acaba de morir el padre de Catalina, está traumatizada. Necesita que alguien le acompañe todo el tiempo debido a su ansiedad. Se pone a querer Quiere que Andrés llegue a tiempo para la cena todos los días y le riñe cuando llega tarde.

Sin embargo, Andrés no le hace mucho caso. No comprende el cambio repentino en su comportamiento, hasta lo lleva como un ataque le dirigido hacia él/a él. Le dice, "Te voy a abandonar de veras. Creo que voy a quedar de fijo donde me atiendan mejor y sobre todo me reciban con gusto" (144). Luego le propone que ella vaya a servir a una asociación ("La Unión Nacional de Padres de Familia") con su campaña contra el comunismo (entre otras). No le interesa ni un poco a Catalina la idea pero sin embargo va . Andrés cree que se va a resolver el problema si está más ocupada. 


Catalina acude a la reunión del grupo. Le caen terribles todas las personas allí. Cuando las conoce a ellas, están haciendo unas cestas de golosinas (en silencio) para los presos políticos de la carcel Lecumberri. (Por cierto, Lecumberri también tiene un papel muy importante en el libro La noche de Tlatelolco por la novelista mexicana Elena Poniatowska). Es una asociación católico aconsejada por un cura que se califica casi de gurú. Una mujer le cuenta que el cura quiere rifar unos cuantos escapularios sagrados a los presos, por lo cual se espera mucho agradecimiento. Sobre todo, parece que a Catalina no soporta la sensación de irrealidad dentro del grupo y de su proyecto (la expectativa, por ejemplo, que los presos van a agradecer los escapularios que se les regalan).

Le extraña a Catalina que Andrés le pida disculpas cuando ella le informa de la reunión le ha dado un disgusto y que no puede imaginarse que les sirva para nada en esa capacidad cantidad, Andrés le dice, "Mereces un desagravio. Desde hoy vas conmigo a todas partes. Se acabó el encierro." Ella no lo cuestiona aunque no entiende como se ha llegado a arrepentir de su encierro.

Luego van en coche al Palacio Nacional para que Andrés quede con Rodolfo. Dejan a Catalina en DF para pasar la tarde haciendo las compras. Otra vez se nota el desprecio de Andrés hacia Rodolfo cuando tienen que parar para una examinación control de seguridad.

 

Es un texto muy difícil, enhorabuena ya que hay pocos fallos.

١٦ يوليو ٢٠١٤
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Resumen del capítulo 12, Arráncame la vida

El capítulo doce abre con una imagen de Catalina, la narradora, andando por su casa inquieta, deseando que no estuviera (esta bien pero me suena mejor "no estar sola") sola. Ya viven Andrés y ella viven en otra casa ya que Andrés no es gobernador de Puebla sino asistente a de su amigo, Rodolfo Campos, presidente de México. Como se acaba de morir el padre de Catalina, está traumatizada. Necesita que alguien la acompañe todo el tiempo debido a su ansiedad. Se pone a querer Quiere (Empieza a querer) que Andrés llegue a tiempo para la cena todos los días y le riñe cuando llega tarde.

Sin embargo, Andrés no le hace mucho caso. No comprende el cambio repentino en su comportamiento, hasta lo lleva como un ataque le dirigido hacia el. Le dice, "Te voy a abandonar de veras. Creo que voy a quedar de fijo donde me atiendan mejor y sobre todo me reciban con gusto" (144). Luego le propone que ella vaya a servir una asociación ("La Unión Nacional de Padres de Familia") con su campaña contra el comunismo (entre otras). No le interesa ni un poco a Catalina la idea pero va sin embargo.(A Catalina no le interesa ni un poco la idea pero sin embargo va) Andrés cree que se va a resolver el problema si está más ocupada.

Catalina acude a la reunión del grupo. Le caen terribles mal todas las personas de allí. Cuando las conoce a ellas, están haciendo unas cestas de golosinas (en silencio) para los presos políticos de la carcel de Lecumberri. (Por cierto, Lecumberri también tiene un papel muy importante en el libro La noche de Tlatelolco por la novelista mexicana Elena Poniatowska). Es una asociación católica aconsejada/recomendada por un cura que se califica casi de gurú. Una mujer le cuenta que el cura quiere rifar unos cuantos escapularios sagrados a entre los presos, por lo cual se espera mucho agradecimiento. Sobre todo, parece que a Catalina no soporta la sensación de irrealidad dentro del grupo y su proyecto (le expectativa, por ejemplo, de que los presos van a agradecer los escapularios que se les regalan).

Le extraña a Catalina que Andrés le pida disculpa cuando ella le informa de que la reunión le ha dado un disgusto y que no puede imaginarse que ¿las sirva para nada en esa capacidad?. Andrés le dice, "Mereces un desagravio. Desde hoy vas conmigo a todas partes. Se acabó el encierro." Ella no lo cuestiona aunque no entiende como se ha llegado a arrepentir de su encierro.

Luego van en coche al Palacio Nacional para que Andrés quede con Rodolfo. Dejan a Catalina en DF para pasar la tarde haciendo las compras. Otra vez se nota el desprecio de Andrés hacia Rodolfo cuando tienen que parar para una examinación control de seguridad.

١٦ يوليو ٢٠١٤
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