Moscú
Esta ciudad te cansa. Esta ciudad te presiona, saca de ti todas las fuerzas, te deprime, te agota. Moscú, eres una pesadilla diurna de miles de personas, a las que quitas la vida en a cambio de poder vivir. O, mejor dicho, existir.
No sólo absorbes toda la energía física, sino que destruyes todo lo humano en la gente, convirtiéndola en una máquina sin alma para la que todo obtiene su valor en dinero, conexiones profesionales y beneficios mutuos. Amor, amistad, simpatía, compasión, no parecen tener sentido para la mayoría de los moscovitas. Es posible que esté juzgando muy estrictamente, pero puedo compararlo con lo que he visto en otras ciudades y por eso llego a esta conclusión tan decepcionante.
Hace 4 años vine a Moscú para estudiar y ahora al graduarme siento que necesito irme. Desconectarme de todo y poder vivir un rato. VIVIR - lo escribo en mayúsculas porque es precisamente lo que quiero ahora. Vivir verdaderamente y ver todos los colores que me rodean sin que pierdan su brillo para mí. En Moscú sí los empiezo a perder.
Moscú
Esta ciudad te cansa. Esta ciudad te presiona, saca de ti todas las fuerzas, te deprima derpime, te agota. Moscú, eres una pesadilla diurna de miles de personas a las que quitas la vida en a cambio de poder vivir, o mejor dicho, de existir.
No sólo absorbes toda la energía física, sino que destruyes también todo lo humano en de la gente convirtiéndola en una máquina sin alma para la que todo obtiene su valor en dinero, conexiones profesionales y beneficios mutuos. Amor, amistad, simpatía, compasión no parecen tener sentido para la mayoría de los moscovitas. Es posible que esté juzgando muy estrictamente, pero puedo comparar con lo que he visto en otras ciudades y por eso llego a esa conclusión decepcionante.
Hace 4 años vine a Moscú para estudiar y ahora al graduarme siento que necesito irme. Desconectarme de todo y poder vivir un rato. VIVIR - lo escribo en mayúsculas porque es precisamente lo que quiero ahora. Vivir verdaderamente y ver todos los colores que me rodean sin que pierden pierdan su brillo para mí. En Moscú sí los empiezo a perder.
Moscú
Esta ciudad te cansa. Esta ciudad te presiona, saca de ti todas las fuerzas, te deprime, te agota. Moscú, eres una pesadilla diurna para de miles de personas, a las que quitas la vida en cambio de poder vivir. O, mejor dicho, existir.
No sólo absorbes toda la energía física, sino destruyes todo lo humano en la gente convirtiéndola en una máquina sin alma para la que todo obtiene su valor en dinero, conexiones profesionales y beneficios mutuos. Amor, amistad, simpatía, compasión no parecen tener sentido para la mayoría de los moscovitas. Es posible que esté juzgando muy estrictamente, pero puedo comparar con lo que he visto en otras ciudades y por eso llego a esta conclusión decepcionante.
Hace 4 años vine a Moscú para estudiar y ahora al graduarme siento que necesito irme. Desconectarme de todo y poder vivir un rato. VIVIR - lo escribo en mayúsculas porque es precisamente lo que quiero ahora. Vivir verdaderamente y ver todos los colores que me rodean sin que pierdan su brillo para mí. En Moscú sí los empiezo a perder.
Moscú
Esta ciudad te cansa. Esta ciudad te presiona, saca de ti todas las fuerzas, te deprima deprime, te agota. Moscú, eres una pesadilla diurna de miles de personas, a las que quitas la vida en a cambio de poder vivir. O, mejor dicho, existir.
No sólo absorbes toda la energía física, sino que destruyes todo lo humano en la gente convirtiéndola en una máquina sin alma para la que todo obtiene su valor en dinero, conexiones profesionales y beneficios mutuos. Amor, amistad, simpatía, compasión no parecen tener sentido para la mayoría de los moscovitas. Es posible que esté juzgando muy estrictamente, pero puedo comparar con lo que he visto en otras ciudades y por eso llego a esa conclusión decepcionante.
Hace 4 años vine a Moscú para estudiar y ahora al graduarme siento que necesito irme. Desconectarme de todo y poder vivir un rato. VIVIR - lo escribo en mayúsculas porque es precisamente lo que quiero ahora. Vivir verdaderamente y ver todos los colores que me rodean sin que pierden pierdan su brillo para mí. En Moscú sí los empiezo a perder.
<em>Quite good! Bastante bien!</em>
