La reunión de clase de este semestre tuvo lugar este miércoles y hablamos sobre nuestra ceremonia de graduación y asuntos relacionados con la cena de graduación. Solo entonces me di cuenta de que el tiempo vuela tan rápido. Es como si solo ayer entramos en la universidad y mañana nos vamos.
En la reunión vi a algunos compañeros a los que no veía desde hace mucho tiempo. Es que hay pocos cursos para el último año y no tengo las mismas clases con ellos. Al realizar que es muy probable que todos nos dispersemos lentamente, una cierta tristeza me golpeó. ¿Me recordarán después de graduarse? ¿Los recordaré después de regresar a China? No sé las respuestas.
Antes, después de la clase, lo que más discutían los alumnos eran adónde ir a jugar más tarde; pero ahora lo que escucho con más frecuencia es: “Voy a trabajar esta tarde. ”
Como pájaros fuera de su caparazón, el campus de la universidad ha sido testigo de nuestro crecimiento. Después de que el invierno se convierta en primavera, la universidad dará la bienvenida a un nuevo grupo de estudiantes. Nadie siempre tiene 18 años, pero siempre hay alguien que tiene 18 años.