Yo vivo cerca de una favela en mi ciudad. Ella se llama Doña Marta. Muchos extranjeros tienen la falsa concepción de que son lugares peligrosos. Pero allá vive gente honesta, trabajadora, simpática y gentil. Las bandas criminales no son ni el 5% de las favelas. Estos lugares son parte de nuestra cultura, y a pesar de ser un símbolo de la desigualdad social de mi país , son personas como nosotros. Tienen sueños, deseos, ganas de aprovechar la vida y ser feliz.