El origen de esta palabra es "cacharro", que es una forma coloquial de referirse a un aparato o máquina viejo, roto, casi para tirar. Entonces, escacharrarse es romperse, totalmente o casi para tirar.
A veces "cacharro" simplemente se usa para cualquier aparato extraño o rocambolesco, sin que esté necesariamente roto ("¿pero qué cacharro te has comprado?")