Hay ventajas e inconvenientes en el consumo a plazos. Primero, puede
mitigar el estrés económico cuando tengamos poco dinero. En segundo lugar,
puede estimular nuestro deseo de consumo, que puede promover el desarrollo de
la economía de la sociedad. Sin embargo, quizás, puede generar en las personas el mal hábito de malgastar dinero, que es un inconveniente para formar un buen valor de economía.