Mi viaje a la Amazonía brasileña. Segunda parte.
Durante las primeras noches en el pueblo no dormí bien, los insectos me picaron mucho y con el sonido de todos los animales me fue imposible dormir. Después de la primera semana me acostumbré a todos los sonidos de la noche, los insectos me dejaron de picar y volví a dormir como un bebé. Los ancianos de la tribu me enseñaron cómo sobrevivir en la jungla, cómo cazar y pescar. Me mostraron las plantas comestibles y aprendí como a identificar las venenosas. Cada día aprendí un poco más acerca de su cultura y sus tradiciones. Estaba muy contento y me sentía muy afortunado de estar allí. La ropa que había llevado se me desgastó de golpe por lo que empecé a vestirme como ellos con ropa tradicional de la tribu. Era más cómoda y me hacía sentir como uno de ellos aunque destacaba por tener la piel blanca. Como el color de mi piel era diferente a la suya todas las mujeres querían casarse conmigo. Cuando supe que podría tener tres mujeres salté de alegría ¡qué suerte! Me sentía como si hubiera muerto y estuviera en el cielo ¡tres mujeres! Un mes más tarde me casé con una chica de 20 años, era dos años mayor que yo.
No te quiero aburrir así que volveré a contarte la historia en la tercera parte
Mi viaje a la Amazonía Brasileña. Segunda parte.
Las primeras noches en el pueblo no dormí bien, los insectos me picaron mucho y con el sonido de todos los animales me fue imposible dormir. Después de la primera semana me acostumbré a todos los sonidos de la noche, los insectos me dejaron de picar y volví a dormir como un bebé. Los ancianos de la tribu me enseñaron cómo sobrevivir en la jungla, cómo cazar y pescar. Me mostraron las plantas comestibles y aprendí cómo identificar las venenosas. Cada día aprendí un poco más acerca de su cultura y sus tradiciones. Estaba muy contento y me sentía muy afortunado de estar allí. La ropa que había llevado se me desgastó de golpe por lo que empecé a vistirme como ellos con ropa tradicional de la tribu. Era más cómoda y me hacía sentir como uno de ellos aunque destacaba por tener la piel blanca. Como el color de mi piel era diferente al de la suya todas las mujeres querían casarse conmigo. Cuando supe que podría tener tres mujeres salté de alegría ¡qué suerte! Me sentía como si hubiera muerto y estuviera en el cielo ¡tres mujeres! Un mes más tarde me casé con una chica de 20 años que era dos años mayor que yo.
No te quiero aburrir así que (volveré a contarte) (seguiré contándote) la historia en la tercera parte
Mi viaje a la Amazonia (no accent) Brasileña. (Segunda parte)
Las primeras noches en el pueblo no dormí bien, los insectos me picaron mucho y con el sonido de todos los animales me fue imposible dormir. Tras la primera semana me acostumbré a todos los sonidos de la noche. Los insectos me dejaron de picar y volví a dormir como un bebé. Los ancianos de la tribu me enseñaron cómo sobrevivir en la jungla, cómo cazar y pescar. Me mostraron las plantas comestibles y aprendí como identificar las venenosas. Cada día aprendí un poco más acerca de su cultura y sus tradiciones. Estaba muy contento y me sentía muy afortunado de estar allí. La ropa que había llevado se me desgastó de golpe por lo que empecé a vestirme como ellos, con ropa tradicional de la tribu. Era más cómoda y me hacía sentir como uno de ellos, aunque destacaba por tener la piel blanca. Como el color de mi piel era diferente a la suya, todas las mujeres querían casarse conmigo. Cuando supe que podría tener tres mujeres salté de alegría ¡qué suerte! Me sentía como si hubiera muerto y estuviera en el cielo ¡tres mujeres! Un mes más tarde me casé con una chica de 20 años. Era dos años mayor que yo.
No te quiero aburrirte así que continuaré contando la historia en la tercera parte
Very well done!!!!
