Sí, no te equivocan tus ojos, es el Árbol de Navidad. O, como a ello preferimos referirnos, el Árbol del Año Nuevo. En Febrero.
Aunque te pueda surgir algo como: "pero qué cojones?", déjame que te lo explico.
Los rusos somos una nación sumamente vaga e inerte a veces (o tal vez sea yo el bicho raro), e incluso el gobierno empieza a desmontar los árboles de plazas mayores en el fin de Enero, así que no nos juzgues duro.
Además, el Año Nuevo es la fiesta más anticipada en Rusia, con celebraciones desbordantes, cantidades de ensalada Rusa innumerables y el ir a terminar las delicias de todos nuestros vecinos para que no echen la comida a la basura (algo muy desaprobado en Rusia, el legado de la GM II). Y, por supuesto, no trabajamos la semana entera o 10 días después del 1ro de Enero. En fin y al cabo, hay algo que esperar.
Naturalmente, todos queríamos prorrogar la fiesta y dejamos el árbol hasta el último día, y luego volvemos a trabajo duro y no tenemos ni fuerzas ni ganas de desmontarlo o echarlo. En el último caso, tendríamos que tirarlo al basurero que siempre está no menos que del un kilómetro de nuestra casa. Entonces, lo dejamos en la esquina, cogiendo fuerzas para echarlo y prendiendo las luces de vez en cuando para animarnos.
Tal vez, hasta Mayo.