La forma pasiva refleja y la impersonal suelen prestarse a confusiones por estar formadas ambas mediante el pronombre SE junto a un verbo en 3.ª persona. Sin embargo, se las puede diferenciar atendiendo a ciertos aspectos: concordancia con el sujeto y sustitución del objeto directo.
Así, el primer ejemplo (“Se perdían los refuerzos”) es un caso de forma pasiva refleja, en la que “los refuerzos” es el sujeto (pasivo) de la oración, por lo que concuerda con el verbo en número y persona; es más, si se cambia al singular, el verbo tendría también que cambiar al singular (“Se perdía el refuerzo”).
De otro lado, “Se capturaba a los criminales” no es una form pasiva refleja, sino una oración impersonal, formada por el pronombre SE seguido del verbo en tercera persona del singular. Mientras que las impersonales de este tipo solo funcionan con el verbo en singular, las pasivas reflejas –al tener que concordar con el sujeto– pueden formarse con el verbo en tercera persona del singular o del plural. En esta oración impersonal, el segmento “a los criminales” cumple la función de objeto directo que, por referirse a persona, se introduce con la preposición a. Además, es posible sustituirlo por el pronombre “los” (“Se los capturaba”), y no “les”, que corresponde al objeto indirecto.