Soy un profesor de español al que le encanta su trabajo. En mi opinión, una buena clase de idiomas tiene que procurar que el alumno mejore su capacidad para entender y expresarse. Conseguirlo depende, tanto del alumno, como del profesor. Intentaré explicar con palabras sencillas cómo lo hago yo.
En primer lugar está el aspecto emocional. Para conseguir una buena relación de enseñanza/aprendizaje, tanto el alumno como el maestro tienen que estar altamente motivados para ello.
El maestro, además de conocer perfectamente el idioma que enseña, debe ser un buen comunicador, y sobre todo, disfrutar con ello. Debe también tener un nivel alto de empatía con el alumno, y ser capaz de ponerse en su lugar, tanto a nivel mental como emocional.
Además, debe disponer de un método bien estructurado con el que transmitir su enseñanza. Es decir, debe ser simultáneamente un buen “coach” y un buen lingüista.
El alumno debiera tener un gran deseo de aprender el idioma y ser capaz de imponerse una disciplina realista para conseguirlo. Debe asumir desde el principio que tendrá que invertir tiempo, esfuerzo y dinero para ello. Aún así, el aprendizaje, si lo hace de manera adecuada, le reportará grandes satisfacciones tanto durante el proceso mismo del aprendizaje, como en el futuro.
Cómo Lo Hago Yo
En primer lugar, pongo un gran esmero en conocer al alumno. Cuál es su trasfondo cultural. Qué nivel de español tiene. Qué nivel quiere alcanzar. Cuáles son sus principales carencias. Por qué y para qué quiere aprender el idioma. Y finalmente, cuál es su disponibilidad para conseguir sus objetivos.
Con todo ello, elaboro un plan de estudios personalizado que le presento para su aceptación. Cuando ambos lo tenemos claro y coincidimos en el análisis de la situación, comenzamos las clases.
Mi plan de estudios es bastante simple: Conversación, Gramática y Expresiones Idiomáticas.
Durante el periodo en el que trabajamos cualquiera de estas tres tareas, estoy muy pendiente de que el alumno comprenda perfectamente el vocabulario que utilizamos y su pronunciación.
Conversación
Es la parte fundamental de la enseñanza, porque incluye también a las otras dos. Me gusta que el alumno proponga los temas sobre los que vamos a hablar, bien sea basándose en sus gustos y aficiones, o en sus necesidades.
A veces soy yo quien propone los temas de conversación según el perfil del alumno. Las noticias de la prensa son una buena manera de empezar una conversación.
Las canciones que son populares en el ámbito hispano también son una buena base para establecer un diálogo enriquecedor. Para ello, Youtube es una herramienta excelente, pues ahí se pueden encontrar versiones subtituladas con las letras de las canciones.
Gramática
Es obvio que para hablar un idioma resulta imprescindible conocer sus reglas. Yo utilizo un manual de gramática compuesto por diez temas, que le envío al alumno por correo electrónico.
Durante la clase, comentamos ligeramente la teoría, pero nos centramos fundamentalmente en hacer ejercicios prácticos.
Expresiones Idiomáticas
En lenguaje coloquial, las palabras se utilizan a veces para expresar ideas que no tienen nada que ver con el significado que se encuentra en el diccionario. Esto es habitual en todos los idiomas, y en español, este asunto es especialmente significativo.
Por ello, en cada clase me gusta dedicar un tiempo a enseñar unas cuantas expresiones. El dominio de estas expresiones hace aumentar enormemente la comprensión del habla y los textos escritos así como también proporciona prestigio al alumno ante sus oyentes.
La repetición es uno de los recursos fundamentales en el aprendizaje de una nueva lengua. Por ello, el alumno deberá practicar por su cuenta, repitiendo multitud de veces las estructuras gramaticales que le han enseñado, sustituyendo las palabras que el maestro ha utilizado como ejemplos, por otras que, respetando la misma sintaxis, creen frases con significados diferentes.
Herramientas
Mi programa favorito de comunicación es Skype. Me gusta utilizar la herramienta de mensajes instantáneos para aclarar dudas, y sobre todo, para deletrear palabras.
Además, esto le proporciona al alumno un registro de las dudas que se han presentado durante la clase.
También le pido al alumno que tenga un cuaderno para apuntar todo lo que consideremos necesario repasar por su cuenta.
En algunas ocasiones, remito al alumno a páginas web donde hay ejercicios de gramática y comprensión oral.
Conclusiones
Aprender un nuevo idioma puede ser una experiencia muy satisfactoria si se dan los factores que he explicado y que podríamos resumir en:
- Un maestro capacitado y empático.
- Un alumno motivado y disciplinado.
- Un buen programa de estudios.
- Unas buenas herramientas de comunicación.
Confío en que este artículo sea de utilidad tanto para los estudiantes de lenguas extranjeras como para los profesores.
Image Sources