Si antes de casarte eras una persona feliz, entonces en tu matrimonio serás feliz. Pero si, por el contrario, eras infeliz, la infelicidad te seguirá hasta el matrimonio. La verdad es que nadie tiene el poder de hacer que otro se sienta feliz todo el tiempo, eso es imposible. Pero si uno puede (pudiera) encontrar la felicidad dentro de sí mismo, eso es (sería) ideal.
Si eres completamente dependiente de tu esposa o esposo para hacerte sentir feliz, esa será una relación con problemas porque, si uno hace algo que al otro no le gusta, no estará de acuerdo y, a partir de ahí, comenzará la pelea. Aquí es común escuchar a la gente decir "esposa feliz, vida feliz", pero los dos necesitan la felicidad, no solo la esposa.