Todavía me acuerdo de aquel día de año nuevo cuando apenas tenía cinco años, mis padres me llevaron a la casa de mis abuelos que se ubicaba al pie de una montaña para que pasáramos una fiesta juntos. Fue la primera que viví con mis abuelos, cuando vi la casa estaba locamente enamorada de ella. Fue de estilo clásico, contaba con tres habitaciones, la que se encontraba en la primera planta fue de mis abuelos, y mis padres y yo vivimos en la otra que llevaba una terraza donde mi abuela había plantado unos jazmines. En resumen, todas cosas de la casa me pareció genial.
A pesar de que ahora he crecido mucho, y también he vivido en muchas otras casas, todavía creo que la casa de mis abuelos es la mejor. No solo es porque la casa ornada con un estilo que me gusta, sino también he tenido muchos recuerdos agradables allí.