Frederick Henkel
El naturalismo y el romanticismo en El Matadero (Primera parte) El Matadero de Esteban Echeverría se escribió en 1838, es decir dos años antes del nacimiento del gran naturalista francés Émile Zola. Sin embargo, este cuento tiene varios temas centrales en común con la obra de Zola y sus correligionarios, entre ellos la pérdida de la humanidad, o la transformación del hombre en una ¨bête humaine¨ (bestia humana). Otro rasgo naturalista que presenta dicho cuento es una narración en la que se utilizan la descripción minuciosa y la ironía para resaltar lo grotesco de los personajes y de su ámbito. Pese a estas semejanzas, El Matadero ofrece una visión del hombre, de la sociedad y de la moralidad que es mucho más cerca del romanticismo que del naturalismo. En este ensayo, voy a comparar y poner en contraste el proceso artístico y la cosmovisión que expone Echeverría en su texto y los de la corriente literaria que su obra parece anticipar. Primero, El Matadero difiere de los clásicos del naturalismo por los objetivos del autor; los naturalistas, teniendo como modelo la novela realista, se esforzaban para representar la humanidad y sus costumbres con una precisión y una objetividad casi científicas. Por consiguiente, la obra de estos escritores se caracteriza por unos personajes complejos y profundamente ambiguos desde el punto de vista moral. En cambio, El Matadero es una alegoría política que sirve para criticar una determinada ideología y proponer una alternativa, por lo cual se desarrolla en un mundo de valores morales absolutos. Por ejemplo, hay algunos personajes que personifican los ideales del autor, como el niño que muere decapitado (la inocencia) y el toro (la lucha contra la tiranía) y otros que llegan a expresarlos de forma directa (como el unitario, quien se identifica como un ¨hombre libre¨ y no un ¨esclavo¨ del Restaurador). Además, el autor se vale de un lenguaje lleno de ironía y de comparaciones (¨Qué bravura en los federales!, siempre en pandillas cayendo como buitres sobre la víctima inerte!¨) para caracterizar el enfrentamiento entre el unitario y los federales como una lucha entre le bien et le mal, la libertad y la tiranía, la civilización y la barbarie.
Oct 11, 2013 8:14 PM
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El naturalismo y el romanticismo en El Matadero (Primera parte)

El Matadero de Esteban Echeverría se escribió en 1838, es decir, dos años antes del nacimiento del gran naturalista francés Émile Zola. Sin embargo, este cuento tiene varios temas centrales en común con la obra de Zola y sus correligionarios, entre ellos la pérdida de la humanidad, o la transformación del hombre en una ¨bête humaine¨ (bestia humana). Otro rasgo naturalista que presenta dicho cuento es una narración en la que se utilizan la descripción minuciosa y la ironía para resaltar lo grotesco de los personajes y de su ámbito. Pese a estas semejanzas, El Matadero ofrece una visión del hombre, de la sociedad y de la moralidad que es mucho más cerca del romanticismo que del naturalismo. En este ensayo, voy a comparar y poner en contraste el proceso artístico y la cosmovisión que expone Echeverría en su texto y los de la corriente literaria que su obra parece anticipar.
Primero, El Matadero difiere de los clásicos del naturalismo por los objetivos del autor; los naturalistas, teniendo como modelo la novela realista, se esforzaban para representar la humanidad y sus costumbres con una precisión y una objetividad casi científicas. Por consiguiente, la obra de estos escritores se caracteriza por unos personajes complejos y profundamente ambiguos desde el punto de vista moral.
En cambio, El Matadero es una alegoría política que sirve para criticar una determinada ideología y proponer una alternativa, por lo cual se desarrolla en un mundo de valores morales absolutos. Por ejemplo, hay algunos personajes que personifican los ideales del autor, como el niño que muere decapitado (la inocencia) y el toro (la lucha contra la tiranía) y otros que llegan a expresarlos de forma directa (como el unitario, quien se identifica como un ¨hombre libre¨ y no un ¨esclavo¨ del Restaurador). Además, el autor se vale de un lenguaje lleno de ironía y de comparaciones (¨¡Qué bravura en los federales!, ¡siempre en pandillas cayendo como buitres sobre la víctima inerte!¨) para caracterizar el enfrentamiento entre el unitario y los federales como una lucha entre "le bien et le mal", la libertad y la tiranía, la civilización y la barbarie.

 

De nuevo, perfecta narración con vocabulario muy complejo. Tu nivel de español es "absolutely amazing". Felicidades.

October 11, 2013
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October 11, 2013
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