No siempre podemos hacer traducciones literales. Por ejemplo, en español no decimos "yo estoy 30 años" (I'm 30), o "yo estoy hambre" (I'm hungry). Lo mismo sucede con "I like to eat", que literalmente sería "yo gusto comer", pero en español decimos "me gusta comer". Algunas cosas es mejor aprenderlas escuchando que analizando y traduciendo.