El segundo punto es que la biblia cuenta la historia de toda la raza humana en términos de una historia particular de una raza - la de Israel - y una persona dentro de esa raza - Jesús de Nazaret. No nos cuenta directamente la historia de China o México. La historia de todas las naciones es el fondo de la historia bíblica, como veremos - pero no es el centro.
La historia se cuenta desde la perspectiva de las personas que Dios escogió a ser los portadores de su propósito, porque Dios no desea darse a conocer en el aislamiento de nuestras propias almas. No nos comunica de forma individualizada como si fuera por teléfono. Dios se da a conocer en el contexto de nuestra vida compartida como seres humanos porque eso es lo que es nuestra vida humana. Por lo tanto nosotros llegamos a conocer a Dios por medio de uno al otro - y específicamente por medio de las personas que él escogió a ser los portadores de su propósito.
Tercero, ser el pueblo escogido, ser el lugar donde Dios se da a conocer en la historia, es ser escogido para el sufrimiento, para la agonía, para el conflicto - y eso es la historia que cuenta la biblia.