El velo te cubre la cara. Las novias suelen llevar un velo.
En cambio, el chal te cubre los hombros y es de un tejido más grueso. Te lo puedes poner si hace un poco de frio, pero también si vas a entrar en un templo y quieres cubrirte los hombros (en el caso que lleves un vestido de verano). Esto último era antes muy común, pero ahora casi nadie lo hace.