Los adolescentes son crueles y ellos lo saben. Analizando lo que hacen, podemos ver claramente cómo les afecta el sistema patriarcal.
Cuando estaba en la escuela secundaria, era un poco gorda, no cumplía con los requisitos de esta sociedad para con las mujeres. Los alumnos más traviesos de la clase habían hecho dos listas evaluando a las alumnas: una lista de las 10 chicas más guapas de la clase y la otra era de las 10 más feas. Lo más intrigante era que, sólo había más o menos 20 alumnas en la clase. Eso significaba que eras una de las 10 chicas más bellas o una de las más feas.
Dos de mis tres buenas amigas y yo fuimos calificadas como chicas más feas y, como todo el mundo puede imaginar, era un factor devastador para una adolescente como yo, pero eso no fue lo más destructivo. Estas dos listas no eran públicas, eran sólo algo que los chicos hacían para divertirse en el dormitorio. Entonces, ¿Cómo llegué a saber el contenido de estas listas?
Sólo una de mis mejores amigas fue calificada como una de las 10 chicas más atractivas. Un chico le contó sobre eso y luego ella me lo contó con orgullo, me dijo: “Estoy en la lista de las chicas bellas. Tú, abc y xyz estáis en la lista de las 10 chicas menos hermosas”. No recuerdo cuál fue mi reacción, pero la tristeza que sentí en ese entonces todavía la recuerdo.
Pues mira, cómo el patriarcado manipula a los adolescentes. Los chicos creen que tienen el poder de clasificar a las chicas y las chicas también creen, erróneamente, que ser reconocidas por ellos es algo de lo que hay que alegrarse.