Friedrich Nietzsche dijo “Lo que no me mata me hace más fuerte." La incertidumbre podría respaldar numerosos beneficiosos a largo plazo. Aunque tengamos nuestros puntos débiles, lo que hacernos vulnerables de los retos inaguantables.
En una guerra, la fortaleza mental sea más importante que la fortaleza física, lo que proporciona una ventaja para derrotar el enemigo. Asimismo, el papel de un padre con un bebé recién nacido puede parecer como una imposibilidad, con con las interrupciones nocturnas frecuentes. Aunque sean experiencias formativas, lo que puede robustecer las habilidades de adoptar y desarrollar la resiliencia. Las experiencias puedan conllevar las oportunidades para el crecimiento personal y el autorreflexión, brindando las habilidades esenciales para enfrentarnos los desafíos futuros imprevistos.
Por otro lado, las experiencias negativas pueden desanimarnos y acarrearnos la desesperanza. Por ejemplo, la corrupción puede causar el fracaso de una empresa, aumentando las deudas sin un relevo. Además, la traición de una pareja conlleva las consecuencias inesperadas, causando el dolor de corazón insoportable. Las personas vulnerables pueden buscar por las soluciones rápidas como las drogas, el alcohol y los delitos para solucionar sus problemas a corto plazo. Sin embargo, estos métodos de afrontamiento poco saludables podrían desencadenar un efecto dominó de destrucción en las vidas de aquellos que los adopten.
Sin duda, es mejor prevenir que lamentar. La habilidad de reconocer nuestros puntos ciegos y pedir por apoyo cuando enfrentamos los desafíos insuperables es un punto de fuerza. Por lo tanto, una actitud de crecimiento personal junto con un reconocimiento de nuestros límites conllevarían la resiliencia de triunfar sobre los obstáculos en nuestras vidas.
