Ejercicio de escritura. Mi día. Estuve visitando a mi tía abuela que tiene una casa de verano en la costa oeste de Suecia. Mi tía abuela es una persona muy amable, divertida e inteligente. Llegué aquí el lunes y mis padres vendrán a recogerme el viernes. Hoy fuimos a Dyrön que es una isla hermosa cerca de la costa. Salimos de casa a las nueve y cuarto de la mañana para caminar a la parada del autobús que está en la base de la pequeña montaña vive mi tía abuela. Luego tomamos el autobús al puerto, es un viaje de tan sólo dos minutos. Allí tomamos un barco que varias veces al día lleva a las personas a diferentes islas del archipiélago, entre ellas Dyrön. Esta, es una de las últimas islas antes de llegar a mar abierto, si se continua navegando más allá de Dyrön, se puede llegar a Gran Bretaña. Alrededor de doscientas personas viven allí pero la isla se llena de turistas durante el verano. Cuando llegamos a Dyrön paseamos un poco por la isla y luego fuimos a la playa a bañarnos. Tenía mucho miedo de las medusas que estaban en el agua y por eso sólo estuve en ella por poco tiempo. Sin embargo, mi tía abuela que es más valiente y experimentada que yo, se quedó por más tiempo en el agua. Luego fuimos a comer en un restaurante y café que está junto al mar en el muelle de sur. Ambas pedimos un plato con salmón, papa horneada y “skagenröra”, un tipo de salsa espesa muy famosa en la costa oeste sueca. A las cuatro y veinte de la tarde regresamos en el barco a tierra firme y tomamos un autobús hasta el piedemonte y caminamos hasta la casa. Pienso que mi tía abuela es muy fuerte y persistente ya que, a su edad, es capaz de hacer una excursión como la que hicimos hoy. Después de llegar a casa vimos las noticias y finalmente, nos fuimos a acostar.

Ejercicio de escritura. Mi día. Estoy visitando a mi tía abuela que tiene una casa de veraneo en la costa oeste de Suecia. Mi tía abuela es una persona muy amable, divertida e inteligente. Llegué aquí el lunes y mis padres vendrán a recogerme el viernes. Hoy fuimos a Dyrön, que es una isla hermosa cerca de la costa. Salimos de casa a las nueve y cuarto de la mañana para ir a la parada de autobús, que está en la base de la pequeña montaña en la que mi tía abuela vive. Luego tomamos el autobús al puerto, un viaje de tan sólo dos minutos. Allí embarcamos en un barco que varias veces al día recorre un trayecto llevando a la gente a varias islas en el archipiélago, entre ellas, Dyrön. Dyrön es una de las últimas islas a las que se llega antes de que comience el mar abierto. Si se continua navegando más allá de Dyrön, se llega eventualmente a Gran Bretaña. Alrededor de doscientas personas viven allí pero la isla se llena de turistas durante el verano. Cuando llegamos a Dyrön paseamos un poco por la isla y luego fuimos a la playa a bañarnos. Tenía mucho miedo de las medusas que estaban en el agua y por eso sólo estuve en el agua (es innecesario escribir otra vez en el agua, es redundante), por un corto tiempo. Por otro lado, mi tía abuela que es más valiente y experimentada que yo se quedó en el agua por más tiempo. Luego fuimos a comer en un restaurante y café que está junto al mar en el muelle de sur. Ambas pedimos un plato con salmón, papa horneada y “skagenröra”, un tipo de salsa espesa muy famosa en la costa oeste sueca. A las cuatro y veinte de la tarde regresamos en el barco a tierra firme y tomamos un autobús al pie de la montaña y caminamos a casa. Pienso que mi tía abuela es muy fuerte y persistente ya que es capaz de hacer una excursión como la que hicimos hoy a su edad. Después de llegar a casa vimos las noticias y ahora nos vamos a acostar finalmente.