Tener mi gata me ayudó durante la pandemia. Antes de cuarentena, no me había dado cuento de que tenerla fuera una fuente de alivio de estrés. Le gusta a molestarme cuando estoy hablando por teléfono o en reunidos de Zoom, pero la amo. Ella es una habladora. Le gusta hacer siestas en mi regazo.
Aquí es Geeshie.