Hace sol. La gente en la calle parece contenta...
Laura está tomando café en un bar del barri gótic de Barcelona.
Está sentada cerca de una ventana y mira hacia la calle para ver pasar a la gente.
Un hombre de unos cuarenta años con una chaqueta negra entra en el bar. Mira a su alrededor. Parece que busca a alguien. Al final se acerca a Laura.
—¡Bonito día! —le dice.
—Sí, muy bonito —contesta Laura.
—Me gusta cuando hace sol. ¿A ti también?
—Sí, mucho —contesta Laura un poco sorprendida.
Ella no conoce a ese hombre que le habla así. «¡Qué hombre tan raro!», piensa.
—Mira, te voy a explicar algo. El tiempo es muy importante. Y hoy hace sol. Los días de sol son buenos pero los días sin sol son un poco tristes. Cuando llueve, malo... Por favor —llama al camarero—, una cerveza...
—Enseguida —contesta éste.
—... los peores son los días de lluvia y viento... —continúa el hombre de la chaqueta negra—. Todo fue en un día de lluvia y viento...
—Veo que sabes muchas cosas del tiempo —dice Laura con humor—. Le divierte ese hombre. Le parece muy simpático.