Mi amiga escribió esta historia corta en inglés, y pidió un traductor a escribir en español. Ella me la envió y pidió mi opinión. Encontré muchos errores, pero creo que es mejor ahora. Aquí está la historia corta (ayúdame!):
Hace mucho calor en Perú. Un día, una señora que nunca había visto, me vio tendido en la sombra bajo un autobús fuera del hotel.
Ella sé arrodillo y me llamó, —ven acá, gatito—, y yo salí corriendo hacia ella. Me froté sus piernas y le salude con un suave —meow—.
—Tú eres un lindo gatito—, dijo ella. Y luego, ella me toco la cabeza y se subió al autobús.
Tú ves, soy un gato callejero. No tengo casa y nadie me quiere. No me dan de comer y ni lugar donde dormir en la noche.
Luego en la tarde escuché esa voz familiar otra vez: —ven acá, gatito—. Me levanté de mi siesta y miré a mi alrededor. Ahí estaba ella. ¡La señora estaba allí otra vez! Ella me tocó la cabeza y siguió su camino hacia el hotel.
Pensé ... —Me agrada esta señora—.
A la mañana siguiente, yo estaba cerca del hotel y me pregunté:
—¿Dónde estará la señora?—.
Luego, encontré ella. Ella tenia algo con un olor muy bueno. Pensé: —¿Es para mí?—. Yo no había comido nada.
—Ven acá, gatito.— dijo ella.
Ella sacó un pedazo de jamón y lo cortó en trocitos pequeños para mí.
Escuché al hombre que estaba con ella decir: “¿le estas dando nuestro comida a ese gato callejero?”
—El gatito se esta muriendo de hambre, amor, vamos a estar bien.—
Luego ella me tocó la cabeza y se subió al autobús.
Luego en la tarde, debí haber estado dormido, porque no la vi cuando ella volvió al hotel.
En la noche, luego de haber cenado con sus amigos, ella salió del hotel y se me acerco. Ella me trajo un pedazo de pollo que ella no terminó en su cena, pero yo no me sentía bien. Yo estaba un poco enfermo y cansado. Solo quería descansar un poquito.
La señora me tomó en sus manos. Se subió a un carro y me llevó al veterinario.
Sin saberlo, yo estaba enfermo y tuve una fiebre muy alta. El doctor quería...