Carl Jung dijo “Conocer tu propia oscuridad es la mejor forma de lidiar con la oscuridad de los demás”. Es importante que podamos reflexionar para conllevar un mejor conocimiento de los factores motivadores de otras personas. Cuando tengamos la empatía y la compasión, pondremos fomentar las relaciones interpersonales . La habilidad de reflexionarse y alcanzar un autoconocimiento nos brinda el poder de entender nuestros mismos. Por ejemplo, los niños aprenden el significado de sus propios emociones, cómo la felicidad, tristeza, asco y rabia. Una persona puede regular sus acciones cuando su pareja está frustrado o melancólico, lo que puede ayudar la pareja de triunfar sobre el conflicto a largo plazo. Aunque pocos personas tengan una habilidad de pensar sobre los factores que motivan sus acciones y opiniones, lo que puede dificultar el proceso de lograr el autoconocimiento. De la misma manera, la habilidad de reconocer y admitir nuestros puntos débiles puede ayudarnos de aceptar las debilidades inherente en los seres humanos. Por ejemplo, un jefe puede darse cuenta que los empleados desaniman durante los días festivos porque ellos les extrañen sus familias. Tener los desperfectos nos proporcionaría la introspección de entender los demás si pudieran aceptar su existencia. Por ejemplo, los conductores podrían aceptar un retraso debido a un accidente si ellos tuvieran una aceptación de las circunstancias subyacentes. Es fácil juzgar a otras personas sin ponerse en sus zapatos. Sin embargo, es mejor que podamos hacerlo para disminuir los malentendidos en nuestras vidas. La empatía para las situaciones de los demás nos ayuda de reflexionar y darles el beneficio de la duda. Aunque el autoconocimiento sea transitorio sin el trabajo continuo de entendernos. Los beneficios a largo plazo de la reflexión y el auto-mejora merecen la dedicación adecuada para robustecer nuestr